domingo, 28 de octubre de 2012


Dos más dos es cinco (21 agosto 2011)
Valorar:

Algunos dicen, que el principio de las matemáticas es la fe. Pero ni siquiera la más exacta de las ciencias, que permite cálculos de esperanza, con la que se realizan pronósticos, y permite proyecciones del futuro, está libre de la corrupción y de la mentira humana. Decir ahora, que dos más dos es cinco, ya no es herético, mucho menos para los políticos que parecen vivir en un mundo al revés, y menos aun, al reafirmarlo Fibonacci —ese prestigioso matemático del siglo trece—, cuando dijo: “Es más probable que 2 + 2 esté más cerca de 5, que de 4”.

Matemáticos y políticos parecen entenderse en ese misterio, de lo que llaman “ prueba inválida” —una inecuación— muy familiar para los políticos, donde dos más dos, puede ser cualquier cosa, menos cuatro. El pueblo nicaragüense está en primer balcón, observando como testigo de primera línea, esa especie de circo, en donde la risa debería escucharse alcanza solo un rictus facial de espanto, de sorpresa, de decepción frente a esa telaraña de malos actores, que cada día, como una maldición, olvidan lo que han creído, desdicen lo que han prometido, y venden lo que no deberían.

Enemigos declarados, confunden ahora a la población, con un amor inusitado. Los que decían odiarse antes, hoy públicamente, y sin sonrojos, declaran su amor y fidelidad frente a las cámaras de televisión. Aquellos que levantaban sus manos “limpias” predicando honradez y fidelidad a la nación, ahora las levantan, no para orar, sino como entrenamiento para romper piñatas de billetes que danzan sobre sus cabezas. Estamos en un país lleno de matemáticos del bienestar personal.

Dos más dos es cinco, es parte medular de la doctrina de los políticos. Cuando dicen, estoy en contra, es que están a favor. Cuando dicen que están a favor es que están en contra. La aritmética de su pensamiento es enrevesada, pero sencilla de decodificar. Cuando dicen “estamos a favor de los pobres”, no están diciendo nada. Cuando dicen algo que parece tener sentido el mismo se pierde, por su eterna práctica de falsas promesas.

Hoy día cada uno está jugando su propio juego. Los partidos ya no crean fidelidad. Ya no son responsables de sus miembros; cada quien vive su doctrina personal. Los políticos están perdiendo significado porque han ido perdiendo su integridad, transformando su corazón en un billete verde, un corazón de papel devaluado por su propia autoestima.

Dicen los expertos que el matemático alemán Gottlob Frege (1848) desarrolló un teorema demostrando que 2 + 2 era igual a 5, pero le costó su carrera y murió pobre y olvidado. Esto parece mostrar que el error es como un obstinado espíritu que atrapa al ser humano, y lo revuelca como un títere, movido por extraños hilos de aparente triunfo personal que no son más que colosales fracasos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario